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jueves, 11 de octubre de 2012

Día Internacional de la Niña



Diente de león

El astro de los cabellos dorados
se despierta y sale por Levante
con su mano cálida desciñe la bruma
que cobija las montañas
y que cubre al río.
Mirando corriente arriba 
observo a unos seres graciosos
ataviados de faldas azules
y de cabellos largos
que saltan graciosamente 
de piedra en piedra
en este lunes de abril
para ir a la escuela.
Son niñas que van ufanas
con sus cuadernos raídos
que llevan en las alforjas
terciadas al corazón;
van por el aquel camino
adornando con sus risas
el húmedo silencio del bosque
ríen porque tiene la fortuna
que otras no tuvieron
         que no tienen 
      y que jamás tendrán...
y aprovechando que hoy mi lápiz
ha salido a bailar sobre este pedazo de papel
Niña. Quiero escribir estos versos en tu honor:
Por aquellas que juegan a la ronda
y tejen delicadamente sus trenzas
por ti, que tomando de tu biberón
te quedas dormida entre mis brazos
por aquellas que van a clases con sus pies descalzos
saliendo de parajes remotos
cruzando ríos
pasando puentes
pateando el lodo
bañándose con las lágrimas del cielo
por las que viven en sus casas de techos de cartón
y paredes de zinc
por las que hablan en inglés, en francés
en español y en japonés
y las que son discriminadas 
porque hablan en dialecto
por aquellas que viven en mansiones 
y van al colegio en limusina
por aquellas que nunca han comido una manzana
y que jamás han visto el mar.
Por las de piel blanca como la nieve
de narices afiladas, pómulos salientes
de piel de ébano: las morenas
las mulatas, las trigueñas
las de ojos estirados, 
pelo ondulado
y en fin por aquellas nenas
albinas de cabello plateado.
Aquellas que son despojadas de su flor
sin siquiera conocer la rosa roja que llega con cada luna
y que tienen que vender sus cuerpos inocentes
a cambio de una botella de agua
por aquellas que abordaron la barca de Caronte
como Ana Frank
en Auschwitz en los días aciagos del Tercer Reich
Ojalá mañana puedas correr tranquilamente por la pradera
cantar jugar y reír,
y que al soplar el diente de león sus ángeles te protejan.
Amaneciendo.
Mañana.
Serás mujer.
Madre de la humanidad.
Juan Francisco Samaniego M.