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domingo, 19 de junio de 2011

El Día del Viento


El pasado 15 de junio de 2011, se celebró el día del viento. La verdad es que es muy curioso que haya un día especial para el viento, pero en este mundo donde la energía es tan necesaria y muchas veces inútilmente malgastada; el viento cobra relevancia como fuente de energía. Los aerogeneradores aprovechan la energía del viento para transformarla en electricidad, los sitios donde se instalan estos generadores se les denomina parque eólico. (Eolo: dios del viento en la mitología griega) Actualmente en Panamá no existe ningún parque eólico por el momento, aunque en un futuro próximo con los proyectos que se tienen contemplados llegaremos a convertirnos en una potencia del área.

El viento es diversión, sinónimo de tecnología, pero el viento también es poesía. En esta ocasión los dejaremos con un poema del que es considerado el poeta más grande del siglo XX en cualquier idioma.

El viento en la isla
El viento es un caballo:
óyelo cómo corre
por el mar por el cielo.

Quiere llevarme: escucha
cómo recorre el mundo
para llevarme lejos.

Escóndeme en tus brazos
por esta noche sola,
mientras la lluvia rompe
contra el mar y la tierra
su boca innumerable.

Escucha como el viento
me llama galopando
para llevarme lejos.

Con tu frente en mi frente,
con tu boca en mi boca,
atados nuestros cuerpos
al amor que nos quema,
deja que el viento pase
sin que pueda llevarme.

Deja que el viento corra
coronado de espuma,
que me llame y me busque
galopando en la sombra,
mientras yo, sumergido
bajo tus grandes ojos,
por esta noche sola
descansaré, amor mío.
Pablo Neruda

También si lo desean pueden disfrutar este poema bajo la interpretación de Fer de Maná en:









lunes, 13 de junio de 2011

Diablo Rojo Cartonera

La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando
Pablo Picasso


El pasado 28 de agosto de 2010, durante la Feria Internacional del Libro tuvimos el privilegio de conocer a un grupo de jóvenes poetas. Son ellos: Magdalena Camargo Lemieszek, Javier Romero Hernández y Javier Alvarado. Tienen en común el haber ganado el Gustavo Batista Cedeño (Concurso Nacional de Poesía del Instituto Nacional de Cultura). Nos dejó una huella imborrable los poemarios que confeccionan con material reciclado. Este tipo de libro recibe el nombre de cartonera. Para buscarle un nombre que identificara a Panamá; esta editorial lleva el nombre de DIABLO ROJO CARTONERA. Fue una experiencia emocionante poder compartir con ellos y hasta pude llevarme mi cartonera gentilmente autografiada. 

                            En el orden usual: este servidor, Magdalena Camargo y Javier Alvarado.

Si desean conocer más de su trabajo pueden visitar: http://diablorojocartonera.wordpress.com/

O escribirles a: diablorojocartonera@hotmail.com

Sin dejar pasar esta ocasión tan especial decidimos dedicarle a DIABLO ROJO CARTONERA este soneto. ¡Suerte, chicos!



Cartonera

Ilusión de tinta. Cartón de  luz.
De pintura llenos. Colores bellos
que reciclan: cosmos, fulgor, destellos.
Cartonera: quiero subirme al bus.
            
Ir al Casco Viejo por Calle Ochenta,
pasear por la Avenida Poetas.
La Antología se vendió completa:
Agotada está la edición de treinta.

Corredor sublime. Asfalto negro.
La oscuridad que cerró mis ojos…
¡Por favor, no mueran diablos rojos!

¡No me dejen solo! Parada ignota
donde espero el bus de los poemas. Gracias
Magdalena y gracias Jota Jota.
 Juan Francisco



domingo, 5 de junio de 2011

Te veo


A veces te veo.
A veces me veo en ti.
Me ven tus ojos cerrados de otoño
tus ojos de mujer y de niña de abril.
Siento que tu mirada es tan profunda
que quiero caer en ella sin llegar al fin.
Tu sonrisa de luna...
                               llena los rincones
                   inunda nuestros rincones... satura mi alma.
Somos aguas de un mismo mar;
corrientes de un mismo río;
olas que navegan por este mar taciturno;
oleaje que se estrella contra las rocas mudas
de esta isla solitaria...
Toco... la espuma blanca.
Te acaricio...
Acaricio tu arena húmeda.
Toco... tu espalda mojada.
Beso: tu alma de niña. De niña traviesa.
Amo lo que está en ti,
me aferro a tus montañas...
                A tus montañas de alabastro.
Amalgama de cartílagos y tendones,
de fatigadas articulaciones.

Ya no me canso de escribir,
escribo tu historia sobre el horizonte,
frases que viajan en nubes de acuarela,
letras llevadas por el viento
y regadas por la lluvia pasajera.
Palabras...
En los árboles enredadas,
oraciones dibujadas:
                                         que siempre te leo...
Oraciones pintadas transformadas en canción.
Canción de amor cantada por el tiempo.
Canción que canto:
                                     cuando a veces te veo.
                                                                            Juan Francisco