Luba
Veo tu silueta caminar por el río
figura etérea, que juega con el agua
eres feliz con Yaraví en El Valle
eres el tesoro de Glarí y Urracá.
Una mañana en que el río se reflejaba
en los espejos de tu alma. Dulce. Alegre.
Apareció un extranjero...
Y ya sus ojos no pudieron separarse jamás...
Yaraví. Bravo. Valiente.
Sufre amargamente; y con la mirada extraviada:
Se descuelga del acantilado;
luego, encontrado
allá donde nace el río
Flor del Aire, los conquistadores azotan tu raza.
Colisión de ambos mundos.
El indómito Urracá con sus bravos.
Rogel de Loira con su ejército español.
Lanzas y flechas surcan el aire
chocando luego contra escudos y corazas.
Uno a uno caen guerreros y soldados.
"¡Padre mío perdóname!"
"¡Vete, que ya no soy más tu Padre!
El rugido de cañones y arcabuces se confunde con
el sonido patibulario de ballestas y espadas...
Se estremece la montaña.
¿Cómo traicionar el amor de tu raza? Preferiste la muerte...
El dios Ñoñó y la diosa Sö se compadecieron de ti
de tu congoja
de tu tristeza sin fin...
te fundieron en el cráter del volcán y emergiste en forma montaña
He caminado por tu vientre
acampado en tu cabello
ayer dormí en medio de tus pechos
Flor del Aire mariposa de montaña
aretes de petroglifo
rana áurea escondida entre tus manos...
Las lágrimas de tu llanto inconsolable
son corrientes donde los enamorados
refrescan sus almas sedientas de amor.
Luba, ayer te vi en el breve poema de una hoja que cae
en la cándida sonrisa de la niña en silla de ruedas
en la voz del niño guía que cuenta tu historia
en la hidalguía de los pueblos originarios que aún luchan
Luba, silueta que camina por el río.
Se estremece la montaña.
¿Cómo traicionar el amor de tu raza? Preferiste la muerte...
El dios Ñoñó y la diosa Sö se compadecieron de ti
de tu congoja
de tu tristeza sin fin...
te fundieron en el cráter del volcán y emergiste en forma montaña
He caminado por tu vientre
acampado en tu cabello
ayer dormí en medio de tus pechos
Flor del Aire mariposa de montaña
aretes de petroglifo
rana áurea escondida entre tus manos...
Las lágrimas de tu llanto inconsolable
son corrientes donde los enamorados
refrescan sus almas sedientas de amor.
Luba, ayer te vi en el breve poema de una hoja que cae
en la cándida sonrisa de la niña en silla de ruedas
en la voz del niño guía que cuenta tu historia
en la hidalguía de los pueblos originarios que aún luchan
Luba, silueta que camina por el río.
Flor del Aire, figura etérea, que juega con el agua.
La India Dormida del Valle de Antón.
La India Dormida del Valle de Antón.
Juan Francisco Samaniego
