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lunes, 8 de diciembre de 2014

Esperando tu amor


Una niña palestina cerca de los escombros de edificios destruidos por el ejército israelí, cuando los palestinos regresaron a Beit Lahia para revisar sus casas y recoger las pertenencias que les quedaron durante un cese al fuego humanitario de 72 horas en Gaza, el 12 de agosto de 2014. (Fotografía por: Naamán Omar/Anadolu Agency/Getty Images) http://globalnews.ca/news/1505585/palestinians-mull-egyptian-proposal-for-gaza-truce/


Esperando tu amor.

Luego de la explosión: quedé sordo.
Te busqué por todas partes sin poder hallarte.
Solo quedaron:
muros carcomidos
paredes solas con sus ventanas mudas.

Bajo los escombros innumerables
encontré un amigo:
un oso de peluche
quien por querer aferrarse a la vida
había perdido un ojo
en aquella batalla descomunal.

Una mañana luego de tanto andar
llegué a un parque
donde encontré tu imagen
desgastada y repleta de cenizas
pero aún de pie
cargando un niño entre tus brazos
prodigándole el divino néctar de tus pechos...
sobre tus pies, dormido me quedé;
sueño que soy el niño aquel
a quien arrullas con tanto amor.

Durante la noche,
duermo recostado a una columna de un coliseo cercano,
donde llega a mis oídos apagados
aquella canción que siempre me cantabas.

Una tarde jugando en uno de los devastados edificios
se me resbaló mi amigo oso...
te quise tanto amigo mío,
y de tanto que te quise
jamás te puse un nombre;
y fue tanta mi tristeza
que el cielo de plomo
empezó a llorar,
y lloramos tanto
que inundamos las calles de soledad.

Cansado de llorar
llegué por enésima vez al parque
pero cuando quise abrazarme a tu estatua, ya no estabas más ahí...

Las últimas aves poetas que quedaban
se marcharon con sus versos al viento.

Esperé y esperé, recostado a la columna del coliseo devastado,
aquella canción que me llenaba de esperanza
y a punto de desfallecer por el hambre atroz que me aniquilaba,
me llegó el resplandor de tu mirada...
Tus cabellos de sol...
Me aferré de ti para no dejarte ir nunca más
y me llenaste con tu luz...
Me sacaste de aquella destruida ciudad.
Aquella fue la más hermosa de las madrugadas.
El paisaje se despojó de aquel manto gris y se vistió de colores.
El bosque encantado empezó a florecer.
Y ya seguros en un rincón apacible
me diste aquel regalo hermoso:
mi oso de peluche con sus ojos completos
mirando el universo.
FIN




Suo Gan
                                                       Canción de cuna galesa
Duerme sobre mi pecho...

Mi pequeño...
Son los brazos de madre

cobijándote con amor...
Haciéndote un nido cálido...

Para tu descanso...
Siente mi amor...

Por siempre nuevo...
El dolor no se acercara a ti mientras duermes...
El dolor pasará por siempre...
Hijo amado, siempre cuidare de ti...
Descansa tranquilo en los brazos de mamá...

No temas al sonido, es la brisa...
Son las hojas golpeando la puerta.
No temas al murmullo del mar...
Son olas solitarias limpiando la orilla...
Duerme cariño mío... duerme ya

que no hay nada que temer aquí,
Mientras descansas en mi pecho
Los ángeles sonríen...

no tengas miedo...
Que los ángeles sagrados...

te cuidarán...
 


 
 

Gracias a todos por sus valiosísimos comentarios, los mismos nos dan fuerzas para seguir adelante.

¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES!