a Milagros
El sol
camina por la mañana
el sol de tu mirada
abre mi ventana
con sus cabellos de luz.
Cae la tarde.
El ocaso besa las trémulas
flores del guayacán.
La noche
Tatuada de silencio
Camuflada de estrellas
Salió a acampar sobre el bosque indefenso
Perfumado de jazmín
Ataviado de árboles esbeltos
La noche húmeda me abraza.
Llevo el corazón
y las manos
ateridos por el frío
Un árbol amigo me ofrece
refugio.
Me recuesto sobre su tronco
milenario.
Pego mi oído a su corteza.
Y escucho el eco de tu corazón.
Aquel cofre con tus fotos
lo llevo junto a mi pecho.
Dormido.
Sueño que me cobijo con tus
cabellos.
…la lluvia me habla de ti,
me conversa con sus manos
transparentes,
me dice que te ve corriendo
por aquellas praderas
ausentes;
pintando el bosque de primavera;
difuminando:
las mariposas de otoño;
y borrando:
el frío del
invierno…
la lluvia
me mira con sus ojos de
cristal
me habla de ti
de tu alegría color naranja
del azul de tu tristeza
de tus temores de carbón
La lluvia de acuarela
Siguió llorando hasta
desaparecer
Extraviado en el espíritu del bosque
Vagando entre esta hojarasca
de pasiones
Tus cabellos de madreselva me
llevan hasta ti.
Despierto.
Dibuja en mí el resplandor de
tu amor
Mientras abrazo la luz de tu
alma
Viajo a través de los jardines
de tu memoria
Recorro los senderos de tus ojos
Muero en la nación de tus pupilas
Me divierto con la arena de
tus mejillas
Y te llevo en brazos sobre la
sal de la tarde.
Poeta Galáctico